Resulta que en 1950 no se pudo plantar falla.
¿La razón? Una rifa que resultó un desastre. Se vendieron muy pocos boletos y la desgracia fue que de los pocos vendidos uno salió afortunado. El premio consistía en muebles, por lo que se tuvo que hacer frente a amueblar el piso de un ciudadano a costa del presupuesto para el monumento.
Sucedidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario