Como además me consta que es taurino, Guillermo estaba ayer especialmente contento, al amor del solecito sentado en corro. Le había nacido su sexto nieto. Seis toros bravos, seis, y éste con rabo, que ha sido niño. Felicidades a los papás, el primero de José Vicente, y especialmente a mamá, que me cuentan que el parto tuvo su aquel.
Hubo desbandada mientras la social Ros&Family Co, se pegaba la tradicional sudada en el braserío de todo aquello, longanizas chorizos morcillas (debían estar buenísimas por lo rápido que desaparecían de los platos) panceta y la chuletada. Hubo desbandada, repito, que ayer corría Alonso (y ganaba, y Hamilton tragant polseta, toma ya) y entre tarde que empezó la pitanza y lo largo de la sobremesa, hubo quien se levantó con los niños a la puerta de la carpa esperando ir a recoger el ninot.
Hubo desbandada mientras la social Ros&Family Co, se pegaba la tradicional sudada en el braserío de todo aquello, longanizas chorizos morcillas (debían estar buenísimas por lo rápido que desaparecían de los platos) panceta y la chuletada. Hubo desbandada, repito, que ayer corría Alonso (y ganaba, y Hamilton tragant polseta, toma ya) y entre tarde que empezó la pitanza y lo largo de la sobremesa, hubo quien se levantó con los niños a la puerta de la carpa esperando ir a recoger el ninot.
La chiquillería no falló y allá que se fueron, al Nuevo Centro, con la cohorte de papás. Luego fueron los premios, las recompensas, los regalos y la cena, quin soroll.
Y música, que aquí hay mucho ambiente para el bailongo del personal.
Sin pasarse, que hay que madrugar. Mientras, esl ninotet durmió en la barraca.
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