El 19 es tarde la amanecida, tanto que se demora para muchos hasta la hora de la merienda, pues se acostaron después de la despertà y el chocolatito.
Para los más, sin embargo, es el dia de la misa en el Buen Pastor, hoy (todo hay que decirlo) con puntualidad en el resto de las comisiones. Sin embargo ha estado amenazando lluvia o directamente goteando hasta pasadas las cuatro de la tarde, hora en la que el sol ha salido a darse una vuelta, breve, pero vuelta al fin.
Pero las chispillas no han evitado las fotos con las nuevas cintas en los estandartes, a pie de falla, ni la mascletà, ni mucho menos el yantar que nos ha ofrecido la Fallera Mayor, un homenaje a base de arroces de todo tipo, y postres valencianos, con naranjas, carabassa, pastas y moscatel del terreno.
Luego el dominó, y la tarde que languidece esperando el desenlace de todo esto. Estem en les acaballes.
Las tardes del 19 es lo que tienen. Como cuando te vas de viaje y tienes la hora de la vuelta a casa a mitad tarde. ¿Qué haces ese último día hasta que llega la hora de coger las maletas? Nada. Simplemente mirar el reloj esperando que llegue el momento de cargar con ellas.
O sea, que haciendo tiempo echando unas partidillas, los niños con sus play backs, hasta que de repente... a quemar la fallita infantil.
Ahí han tenido su momento Lydia y Fernando, pero a los dos, como más tarde a Amparito, no les afecta demasiado, que saben desde la cuna cual es el destino de esa especie de tótem junto al que hemos vivido todos estos días.
Una cena rápida ha precedido a un sorprendente de espectáculo de magia, en el que en apenas algo más que un parpadeo ha desaparecido todo: mesas, sillas, barra, luces equipo de música, depósito de agua, vallas... Lo dicho, todo.
Fuego.
Y hasta el año que viene.
Un abraç a tots els fallers.
Para los más, sin embargo, es el dia de la misa en el Buen Pastor, hoy (todo hay que decirlo) con puntualidad en el resto de las comisiones. Sin embargo ha estado amenazando lluvia o directamente goteando hasta pasadas las cuatro de la tarde, hora en la que el sol ha salido a darse una vuelta, breve, pero vuelta al fin.
Pero las chispillas no han evitado las fotos con las nuevas cintas en los estandartes, a pie de falla, ni la mascletà, ni mucho menos el yantar que nos ha ofrecido la Fallera Mayor, un homenaje a base de arroces de todo tipo, y postres valencianos, con naranjas, carabassa, pastas y moscatel del terreno.
Luego el dominó, y la tarde que languidece esperando el desenlace de todo esto. Estem en les acaballes.
Las tardes del 19 es lo que tienen. Como cuando te vas de viaje y tienes la hora de la vuelta a casa a mitad tarde. ¿Qué haces ese último día hasta que llega la hora de coger las maletas? Nada. Simplemente mirar el reloj esperando que llegue el momento de cargar con ellas.
O sea, que haciendo tiempo echando unas partidillas, los niños con sus play backs, hasta que de repente... a quemar la fallita infantil.
Ahí han tenido su momento Lydia y Fernando, pero a los dos, como más tarde a Amparito, no les afecta demasiado, que saben desde la cuna cual es el destino de esa especie de tótem junto al que hemos vivido todos estos días.
Una cena rápida ha precedido a un sorprendente de espectáculo de magia, en el que en apenas algo más que un parpadeo ha desaparecido todo: mesas, sillas, barra, luces equipo de música, depósito de agua, vallas... Lo dicho, todo.
Fuego.
Y hasta el año que viene.
Un abraç a tots els fallers.
1 comentario:
GRACIAS a todos los que habeis hecho posible que este ejercicio haya sido mágico para Lydia.He podido acompañarla en todos los actos a los que ha asistido, disfrutando con ella de NUESTRA FIESTA, satisfecha y contentísima de ver en ella a mi sucesora fallera. Gracias tambien a ti Lydia por vivir y transmitir tu amor por las fallas.Tia LOLA
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