martes, 17 de marzo de 2009

TOT EL QUE PUJA, BAIXA


La noche del 16 fue la del olor gitano. Y no porque hubiera sesión zíngara en el atuendo, sino por la inevitable humareda que impregna todo y te deja la ropa para los arrastres.

Como pasa siempre en el 16, hay tantas ganas, tantos ímpetus, que las ingestas varias son, como diría yo, a cascoporro, de manera tal que a los pocos minutos de haber empezado uno está algo acabadito, que la entrada del sólido, y del líquido, sobre todo de este último, se produce a tal velocidad que te deja mortimer, sobre todo cuando no se tienen ni los veinte, ni los treinta, ni los cuarenta.

En fin.

Que me dicen que a las 4.30 se chapó. Ah, y tenemos un 8º de falla.

El 17 palito.

Visitaremos San Vicente-Marvá, que hacen 75, y mascletá, y aperitivo, y juegos infantiles, y Mohamed, que viene pegando fuerte.

Será terrible. Me tiemblan las piernas de pensarlo.

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