PALITO

El programa fue el habitual, plantà chocolate y dibujo. Siempre sobran toneladas de chocolate. Y me da mucha pena. O bajan pocos, o a los niños no les gusta el chocolate.

La tarde trajo el plato fuerte de los disfraces infantiles. Todo un éxito. Qué llenazo de carpa, cuánto niño disfrazado, cuanto papá y cuánto abuelo. De gom a gom.

Llegada triunfal del abuelo José María en un Alfa Romeo descapotable plateado con Rocío y Fran en el pescante escoltados por Pablo, ataviados de Jefes de Pista. Impecables. La charanga hizo un largo pasacalle por el barrio, como es tradicional, aunque creo que pocas veces tan numeroso de fieras, trapecistas, domadores, payasos y magos, que mamás y abuelas se lo curraron como pocas veces. Y actuaciones, y animadores.

Y luego tachaaaannn, la cena más larga jamás contada, también llamada la cena interminable. El impulso es grande, pero tanta pulserita (o anillo, que no me cabe) acabó ton toda la espenta, que ni el Cerol (horreur) pudo levantar.

Así las cosas hubo grande huída. La noche debió ser epecialmente larga. Espero noticias.

Y hay palito. NOVENO.

Biennnn