domingo, 29 de noviembre de 2009


Hala, ya están proclamadas las dos.



Ayer fue el turno de Amparito. Recuerdo como si fuera ahora cuándo nació, apenas unos meses después que Miguel. Aquella niña, la sigo viendo una niña, ya es Fallera Mayor, nada menos. Cómo pasa el tiempo, que les hace, que nos hace, tan mayores.


El apellido Mollá pita mucho en esta falla, y es un clan muy laaargo en influencias Bunyoleras. Acababa de llegar a la falla cuando una partida de truc me emparejó con el otro Bunyol de Coure de aquel año. - Me llamo Vicente -., en aquel destartalado Casal en el 25 de Ángel Guimerá.



Y con Vicente todo lo que ha colgado, desde Marisa hasta sus tres hijos.


Amparo fue la rezagada en llegar, pero desde siempre, aunque menuda, ha venido pisando fuerte. Y claro, el roce es lo que tiene. Que sois familia de rancio abolengo fallero, pues por si no fueran hondas vuestras raíces, ahí está Begoña & Titín para acabar de hundir en lo más profundo de la esencia bunyolera.




Pues que estuvo muy bien, Vicente, y la xiqueta, "de dolç". Y madre mía, qué de cosas salían del Forn de Paquito.




Y además, la tía, Mari Carmen Zanón, "la reina del Ikebana", nos regaló tres minutos, apenas tres que no necesitó de más, de alto contenido para conmover el espíritu de los presentes.




Muchas Felicidades.

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