domingo, 4 de julio de 2010

Crónica de despedida... hasta la vuelta

Durante todo el tiempo transcurrido desde la última vez que los bloggers escribimos no es que el encefalograma de nuestra falla se haya mantenido plano. Han pasado cosas.

Por ejemplo hubo fiestecilla de San Juan y dicen los que estuvieron que se lo pasaron bien, y que la presencia de chiquillería, que era lo pretendido, fue más que notable. Agua y fuego, que era lo pretendido. Luego cenamos en la calle.







El sábado 26, como todos los años, se celebró la fiesta de la Agrupación, este año en la demarcación de Obispo Amigó. Al coincidir con el GP de Fórmula 1, la calle de Historiador Diago, la que nos permitieron cerrar para poder poner las mesas, no contó con la grúa para retirar los coches, ya que los efectivos policiales estaban ocupados por donde el Circuito, de modo que se tuvo que improvisar otra ubicación para la comida. El patio del colegio de El Socorro.




Las paellas, además, en medio de la Plaza, con un Lorenzo que quitaba el sentío. Vamos, que ya era afición exponerse a la insolación. Los héroes fueron Montenegro y Manolo García, con el plus adicional de que hicieron dos paellas buenísimas, tanto que a Manolo le dieron el 3º premio. No faltó a la cita la sangría, todo un clásico, pero por los motivos expuestos no hubo tanta gente como otros años.

El jueves fue la última Junta antes del verano, y nos despedimos hasta septiembre.

La vida en el Casal está mortecina...

Pero no.

Hay unos heroicos falleros que van a ver el fútbol y juegan al dominó. Gritamos los goles de Villa y tiramos masclets. Y nos bebemos abnegadamente todo lo que haga falta, el agua de los floreros si es necesario, porque cualquier sacrificio es poco en pos del triunfo final.

He dicho. Y al que escribe le dió el solete de lleno en sus carnes. Y sin bronceador....


Hasta la vuelta.



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