Nos lo pasamos bien. Como siempre.
Empezó la mañana recogiendo del Casal un par de paellas, con sus aparejos, un contenedor para llenarlo de hielo, y que estuviera bien fresquita la bebida, cubiertos...
Y en la esquina de Convento con la Gran Vía se parceló el suelo para el evento paellil. Poco a poco se va llenando la calle, empieza el olor a humo, el paso de curiosos, muchos de ellos ecuatorianos y colombianos, que en esas calles hay una larga colonia, y la suá empieza a hacer efecto en los cocineros, este año Eduardo Lluna y Vicente Calatayud, y en los esforzados pinches suministradores/deglutidores de los higaditos, de las papas, de la cerveza, y ay, caray, de la sangría, tradicional carcasa post fallera en cuanto el sol empieza a calentar inmisericorde.
Y eso que se pregonaba lluvia. Y llovió, cierto, pero poco, y más tierra que otra cosa, que así están esta semana los lavacoches, que aplauden con las orejas.
Nos lo pasamos bien. Jugando jugando, y eso que se prometían muchas ausencias, más de treinta. Y el primero de todos nuestro delegado en la Agrupación.
O sea que comimos, bebimos, hasta jugamos al dominó...
Es un día de campo en el asfalto.
Y lo bueno que tiene es que el ambiente, aun con tanta gente, es muy fallero, porque los que acuden lo son de verdad.
Me gusta esta fiesta.
PS. El Presi es un perro de presa. Le pones el perol de la sangría y no se aleja ni medio metro. Qué tío.
Empezó la mañana recogiendo del Casal un par de paellas, con sus aparejos, un contenedor para llenarlo de hielo, y que estuviera bien fresquita la bebida, cubiertos...
Y en la esquina de Convento con la Gran Vía se parceló el suelo para el evento paellil. Poco a poco se va llenando la calle, empieza el olor a humo, el paso de curiosos, muchos de ellos ecuatorianos y colombianos, que en esas calles hay una larga colonia, y la suá empieza a hacer efecto en los cocineros, este año Eduardo Lluna y Vicente Calatayud, y en los esforzados pinches suministradores/deglutidores de los higaditos, de las papas, de la cerveza, y ay, caray, de la sangría, tradicional carcasa post fallera en cuanto el sol empieza a calentar inmisericorde.
Y eso que se pregonaba lluvia. Y llovió, cierto, pero poco, y más tierra que otra cosa, que así están esta semana los lavacoches, que aplauden con las orejas.
Nos lo pasamos bien. Jugando jugando, y eso que se prometían muchas ausencias, más de treinta. Y el primero de todos nuestro delegado en la Agrupación.
O sea que comimos, bebimos, hasta jugamos al dominó...
Es un día de campo en el asfalto.
Y lo bueno que tiene es que el ambiente, aun con tanta gente, es muy fallero, porque los que acuden lo son de verdad.
Me gusta esta fiesta.
PS. El Presi es un perro de presa. Le pones el perol de la sangría y no se aleja ni medio metro. Qué tío.
1 comentario:
No será ¿paelleril?... pq eso de paellil suena ¿corto?... Brogfill... buena crónica
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